Princess Peach: Showtime! [Switch] – De visita al teatro

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Princess Peach: Showtime! es un juego que no sabía que hacía falta. Empecemos de cero, y nunca mejor dicho. ¿Recordáis vuestro primer videojuego? Los primeros botones que pulsaste, el primer nivel que recorriste… Seguramente, si estás leyendo este blog, ha pasado mucho desde ese momento, y ahora das por hecho cosas que otra gente vería imposible.

El videojuego como medio tiene una cantidad de opciones increíbles, pero viene con un precio: comparado con el cine o la literatura, los videojuegos te exigen tener un nivel de habilidad para poder continuar. Cuando llevas jugando ya años, aunque algún juego te puede costar más, esta barrera de entrada suele desaparecer, pero es algo que requiere práctica. La coordinación ojo-mano y la memoria muscular que te hace saber dónde se encuentra cada botón no es algo que venga de serie.

Además el medio ha evolucionado muchísimo. En el primer Mario Bros, caminabas y saltabas, ya está. Ahora en un juego de plataformas, raro es el kit de movimientos que tiene menos de 10 opciones diferentes. Es algo bueno, pero que eleva esta barrera de entrada. Y parece que cuanto más avanza la industria, más se nos olvida a muchos que hacen falta un punto de contacto inicial. Por suerte, hay devs, como en este caso Nintendo, que siguen recordando la importancia de esto.

Peach va al teatro

Hablemos ya de Princess Peach: Showtime!. Como el propio nombre del juego indica, en este juego la protagonista es Peach. Esto lleva sin ocurrir desde el lejano Super Princess Peach para DS, aunque si que hemos visto a la princesa del reino champiñón en numerosas ocasiones como personaje seleccionable. 

La historia nos coloca en un bonito teatro, donde Peach asiste para ver una función esa misma noche. Todo parece ir perfecto, pero de repente la compañía Malauva (la localización de este juego es de sobresaliente) ataca el lugar y se hace con todas las funciones. Además, los intérpretes han sido secuestrados, y todo se encuentra sumido en un gran caos. Por suerte, Peach conoce a Lucy, guardiana del Teatro Esplendor, y juntas se unen para poner fin al plan de Doña Grape.

Las cinemáticas son especialmente bonitas

Obviamente este argumento no es nada del otro mundo. Pero es una historia sencilla que funciona para presentarnos el contexto y nuestro objetivo rápidamente, cosa en la que es experto ya la saga del fontanero.

La princesa de las mil máscaras

La mecánica principal del juego está a la vista: Peach tiene el poder, gracias a Lucy, de adquirir el poder de los protagonistas de las diferentes obras de teatro que se encuentran en el Teatro Esplendor. Desde el poder de ser una espadachina, a una superheroína, una ninja o una repostera. 

Pero no penséis que esto es como en Kirby, y cada poder es para interactuar con un escenario de plataformas. La gracia de Princess Peach: Showtime! es que cada uno de estos poderes hace que se juegue de una forma diferente. Por ejemplo, con la esgrima todo se centra en los parries y saber cuando el enemigo va a golpear. En cambio, cuando tomamos el papel de Peach detective nos toca investigar un caso y descubrir quién es el culpable de un robo o por donde ha escapado.

La mayor cualidad de esta mecánica es, obviamente, la gran variedad que existe entre los niveles. Princess Peach: Showtime! Cada disfraz cuenta con tres niveles propios: uno de introducción donde desbloqueamos el trabaja y vemos su función, uno intermedio donde se exploran las opciones del mismo, y uno final donde tenemos que rescatar al actor original en una pelea contra el miembro de la compañía Malauva que se ha hecho con el número teatral.

Esta estructura funciona bien, porque permite familiarizarnos con cada papel de forma natural y orgánica, mientras crea un pequeño arco narrativo para cada una de estas obras, siendo «mini historias» propias.

Simplicidad como meta

Ahora bien, aunque la premisa suena muy interesante, hay que tener en cuenta algo: Princess Peach: Showtime! está diseñado para ser un título para los más peques de la casa o gente que no tenga experiencia con los videojuegos. 

La princesa champiñón cuenta con 10 disfraces con mecánicas únicas, pero ninguno de ellos llega a profundizar demasiado en sus opciones o llega a poner un desafío sobre la mesa. Pero esto no tiene por qué ser algo malo, porque aunque Princess Peach: Showtime! sea simple, también es divertido.

Mi experiencia con este juego ha sido muy relajante. Poder jugar algunas horas a este juego desconectando ayuda mucho tras un día especialmente duro o estresante, que es algo que es difícil de encontrar fuera de los juegos “wholesome”.

Aún así se echa de menos el potencial para aprovechar estos poderes más a fondo. Algún nivel final o niveles extra que juntaran el uso de varios poderes a lo largo de un recorrido, aprovechando para juntar los que usan aspectos más similares, como los enfocados en combate, creo que podría haber dado esos niveles para los más veteranos de la industria.

Hay niveles extras desafiantes, pero siempre te quedas con ganas de más

La puerta de entrada perfecta

¿Recordáis cuando he mencionado la barrera de entrada en los videojuegos al principìo? Pues aunque no lo parezca era por un buen motivo.

Jugando a Princess Peach: Showtime! me he dado cuenta de que es el juego perfecto para enseñar a una persona primeriza en los videojuegos. No solo por ser un juego accesible y variado que cualquier jugador puede disfrutar, si no porque es la prueba perfecta para saber que te gusta.

Cuando alguien que apenas ha jugado a nada te pide una recomendación, puede ser difícil saber qué puede atraerle. Hay muchísima gente que nunca llega a probar una gran cantidad de géneros porque la forma de interactuar con el videojuego cambia de forma radical, pero a su vez es difícil saber si a alguien le gustaran las plataformas o los disparos si apenas ha jugado a nada.

Princess Peach: Showtime! tiene la solución perfecta: junta 10 géneros en solo uno. Si, es verdad que muchos giran en torno a las plataformas y/o acción, pero gracias al core de la transformación puedes deducir ya algo.

Si, por ejemplo, alguien nos dice que su transformación favorita es la de detective, podemos recomendar una novela visual o juego detectivesco. Seguramente Phoenix Wright o Danganronpa sean sagas que vayan a gustar a esa persona.

Parecidos razonables

En cambio, las partes de espadachín son parecidas a un arpg o un hack and slash, así que juegos como Devil May Cry o Bayonetta pueden ser buenas recomendaciones.

La estética del teatro

Uno podría pensar que cambiando tanto la jugabilidad de un nivel a otro, Princess Peach: Showtime! puede parecer una obra muy inconexa. Si las mecánicas suelen ser el eje central, implementar demasiadas puede hacer que el juego se sienta como varios pequeños juegos juntamos con pegamento entre ellos.

Por suerte esto no ocurre con Princess Peach: Showtime! porque existe un punto que conecta todo de una manera excelente: la estética del teatro. Gracias al pretexto de la historia la estética se establece de la misma forma en todos lados. Y dejadme deciros que este seguramente sea el mejor apartado del juego.

Las peleas contra jefes también ayudan a mantener un hilo conductor. Aquí tenemos que usar a Peach sin ningún traje ni poder.

El nivel de detalle en los niveles para que todo parezca una obra teatral es increíble. Los caballos son marionetas, muchos decorados y edificios están hechos por cartón, y en general casi todo encaja de forma perfecta con esta estética.

Por último, un detalle que suma a las ganas de completar los niveles y explorar, es que podemos comprar y desbloquear diferentes patrones de vestido para Peach y Lucy. Un pequeño toque de personalización que se agradece bastante.

El peligro del powercreep

Si no lo sabéis, el término powercreep es el fenómeno de un juego donde el nuevo contenido (ya sea equipamiento, personajes o cartas), es más poderoso (y complejo) que el anterior. Ocurre sobre todo en MMORPGs y TCGs, pero creo que es algo que creo que ha llegado a afectar a la propia industria como tal.

Cada vez la industria introduce más mecánicas. Es lógico, cada vez se experimenta más con los videojuegos y sus límites. Es casi ridículo comparar Call of Duty: Modern Warfare II con Fortnite, porque el segundo tiene un nivel de complejidad muchísimo mayor. Pero ambos han sido, o son, videojuegos donde una gran parte de la juventud gasta muchas horas. Es básicamente la definición del power creep.

Princess Peach: Showtime! es un juego que no sabía que hacía falta

Por eso creo que Princess Peach: Showtime! ha sido un acierto. Porque Nintendo recuerda que estos juegos, estas opciones para entrar en una industria que requiere de un nivel previo de reflejos y conocimientos, deben de existir.

Si tienes a peques en casa y no sabes que juego podría ser una buena primera toma de contacto, o esa amistad que siempre le han confundido demasiado los controles de varios juegos y no ha sido capaz de completar ninguno, o incluso si solo buscas una experiencia entretenida y relajante, Princess Peach: Showtime! es un juego que puedo recomendar.

Muchas gracias a Nintendo España por la clave que ha permitido realizar este análisis. Si os ha gustado el texto, recordad que cualquier tipo de feedback (constructivo) se agradece muchísimo.

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