Evento de presentación de Princess Peach: Showtime!

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Hoy, día 22 de marzo, se lanza al mercado Princess Peach: Showtime! La primera aventura en solitario de la princesa más reconocida de la industria del videojuego desde Super Princess Peach para la Nintendo DS en 2006.

Para celebrarlo, Nintendo celebró el pasado día 20 un evento de presentación donde, además de poder probar la demo que se encuentra disponible de forma pública, también pudimos acudir a una charla entre tres personas muy destacables:

  • Paula Babiano: fundadora de la repostería Balbisiana.
  • Albert Espinosa: escritor, guionista y director de cine.
  • Cristina Gutiérrez: ganadora del rally Dakar 2024 en la categoría challenger.

Un preludio prometedor

Aunque la demo de Princess Peach: Showtime! incluye solo un par de niveles, ya deja ver sus fortalezas (y posibles debilidades). Desde el primer momento llama la atención la estética del juego, apostando por la ambientación teatral como nexo de unión para todo el juego. 

La saga Mario siempre ha tenido una extraña relación con el teatro. Desde la teoría, confirmada por Miyamoto en un vídeo promocional de Super Mario Maker,  de que Super Mario Bros 3 ocurre en una obra de teatro, hasta los combates en Paper Mario: La puerta MIlenaria. Es interesante ver como continuan con esta inspiración con la aventura en solitario de Peach, porque además estéticamente funciona muy bien.

A nivel de gameplay nos encontramos con una jugabilidad muy sencilla, de la forma más halagadora posible. Está claro que Princess Peach: Showtime! ha sido diseñado para ser un juego accesible incluso dentro de la franquicia del fontanero italiano. Los controles son sencillos, el reto no intimida y la exploración y progresión son fáciles de abordar.

Durante la demo probé el poder de Peach espadachina y observé el de pastelera. El primero permite jugar un nivel lleno de acción donde la mecánica principal es realizar parries a los enemigos, mientras que con el segundo podíamos realizar entretenidos minijuegos que me recordaban a Mario Party por lo ágiles que resultaban.

Si queréis saber más sobre Princess Peach: Showtime! podéis consultar el trailer en detalle de la propia Nintendo donde entra en detalle de su historia y muchas de sus mecánicas:

El cambio de roles

Volviendo a las invitadas, la charla estuvo protagonizada por preguntas que profundizaban sobre un punto en común que tanto Paula como Albert y Cristina compartieron: un momento en su vida donde dieron un gran cambio. Siendo el nexo con el juego de Nintendo precisamente este cambio de papel sobre el teatro, la entrevista llevó a cabo preguntas de lo más interesantes. Por eso aquí os traigo un resumen de la misma con los puntos que, al menos para mi, resultaron más destacables (las respuestas muchas veces no son citas exactas de sus palabras, debido a la incapacidad de poder escribir absolutamente todo lo que decían durante la entrevista).

Es un poco larga, pero creo que merece la pena, porque no deja de ser la experiencia única de tres personas. Si bien es cierto que por cada persona que triunfa, hay muchas que no lo consiguen, creo que a veces hay que ser un poco optimistas y fijarse en las cosas buenas (con los pies en el suelo, eso si).

¿Cuál fue el cambio en vuestra vida laboral que os ha llevado aquí?

Cristina: Yo compagine estudios de odontología con la competición, hasta recientemente, que ya he podido centrarme en los coches por completo.

Paula: Yo estudié derecho y bolsa. Me pasé cinco años estudiando las oposiciones, que acabe suspendiendo, y trabajé durante cuatro años y medio en un despacho. Empecé a hacer tartas para el negocio de un amigo mientras trabajaba de abogada, hasta que dejé lo segundo. Actualmente la empresa cuenta con 120 empleados y 5 puntos de venta diferentes.

Albert: Yo tuve cáncer de los 14 a los 24 años. Perdí una pierna, un pulmón y parte del hígado, que se quedó en forma de estrella. Con once años jugaba en los alevines de un equipo, era muy bueno que conste y a ver quien lo niega ya que no se puede demostrar,  y tuve que cambiar de enfoque profesional. Mientras estudiaba ingeniería industrial descubrí el teatro, y quería contar mi historia. Escribí pulseras rojas y me llamó Spielberg. Cuando se estrenó la película mi vida cambió. Mis libros vendieron millones y ahora puedo hacer lo que quiera: películas, series, etc.

Todos los héroes en su historia tienen una llamada a la aventura. ¿Cuál fue la vuestra?

Cristina: A veces tienes que decidir en ciertos momentos de tu vida. En mi caso fue en el momento del covid. Mis sponsors, absolutamente todos, se fueron, y dije que lo iba a dejar, cuando ya llevaba compitiendo 11-12 años. Me propusieron ir a competir a un lugar, que requería alquilar un coche y demás. No tenía dinero, así que se me planteó pedir un crédito. Era una oportunidad única, ya que era el mejor equipo en ese momento. Llegué al banco llorando. Fue bien, gracias a Dios. Al día siguiente de competir por Facebook me contactó el manager de Luis Hamilton. Al principio pensé que era falso, claro.

Paula: Ese momento, al menos para mí, tiene un punto de inconsciencia. Mi madre me dijo que nunca había vendido una tarta, que adonde iba. Esa llamada a la aventura tiene un «venga tiro, y ya veré qué pasa». En el despacho me propusieron un cambio de departamento, que me parecía un rollazo. Así que dije que no.

Albert: Ese momento de cambio tiene mucho que ver con alguien que te apoye. Como Lucy, la compañera con la que cuenta Peach en esta aventura. En mi momento fue cuando perdí la pierna, gracias a mi madre hospitalaria, que me enseñó a tomar las cosas con humor. De hecho hice una fiesta de despedida a mi pierna. Siempre hay ese guardián, que te da consejo y que te ayuda mucho a encontrar la felicidad y aceptar en cambio como parte de la aventura.

Parece un momento en que todo se tuerce, pero al final coges esa felicidad.

Albert Espinosa

¿Cómo reaccionó vuestro entorno ante este cambio de profesión?

Cristina: Hay que apoyarse en tu gente. Yo tengo un grupo tanto de amigos como de familia que me apoya. A mi me ayudó a decidirme, aunque es verdad que la familia al principio tenía miedo. 

Albert: Tuve mucha gente alrededor, otros chavales, la familia, etc. Me decían que si creía el los sueños, se crearían. Mi madre hospitalaria me dijo ‘ama tu caos, ama tu diferencia». 

Paula: En mi caso, mis padres al principio estaban en contra. Llegó un momento donde no tenía ni para alquiler ni compra, y no me querían dar dinero. Busqué apoyos donde podía. Pedí 3000€ a mi exnovio, que no se puede caer más bajo, mientras vivía en casa de mis amigas y alquilaba la mía propia en Airbnb. 

Los riesgos y las recompensas

¿Cuál ha sido vuestro jefe final, vuestro momento más difícil?

Cristina: Me lesione la espalda en 21. Tres vértebras. Y era el mejor momento deportivo posible, ya que íbamos ganando el campeonato del mundo. Empezó un proceso de recuperación tanto físico como mental. Empezar de 0, pensando cómo voy a quedar, si voy a tener el mismo nivel, si el dolor seguirá… ahí sale tu máxima potencia en todos los sentidos, pero también oscuridades. Te ves que no eres capaz de superar eso, que es mejor dejarlo… ahí es cuando hace falta apoyo de otros. De todo sacas lo positivo y de.las.cosas malas que te han pasado puedes sacar cosas que te funcionen para saber salir adelante.

Paula: Uno de ellos fue el covid, ya que teníamos 0 ingresos y empezábamosa tener que devolver un préstamo. Ese día me lo tomé para llorar, y al día siguiente ya empecé. Ahí nos reinventamos, enviando tartas envasadas al vacío, ya que nadie lo hacía. La empresa facturó más que nunca y salimos adelante.

Albert: Siempre hay un jefe final. Con 16 años el cáncer de hígado tenía un 1% de salirse. Fui a Menorca a un hotel de paliativos para niños y era un lugar muy bonito. Todos los niños que morían metían sus cenizas en fuegos artificiales y elegían los colores. Cuando empecé a llevar más días de la cuenta, pensé que iban a echarme. Me llevaron a San Francisco por un tratamiento alternativo con unas probabilidades ridículas de sobrevivir, pero salió bien. Parece un momento en que todo se tuerce, pero al final coges esa felicidad. Si aprendes a morir, aprendes a vivir.

A veces tienes que decidir en ciertos momentos de tu vida.

Cristina Gutiérrez

¿Y cuál ha sido la recompensa al otro lado del cambio, después de las dificultades?

Albert: En mi caso ser feliz. ver cada día como el primero y como el último. También no hacer cola (en tono de broma, obviamente), enseño la pierna y la gente se aparta y me deja pasar. Una pérdida es una ganancia, una oportunidad.

Cristina: En mi caso, cumplir mi sueño. Dedicarme a lo que es mi pasión desde que tengo 4 añitos. La guinda ha sido el Dakar, pero ojalá me esperen muchas más recompensas.

Paula: Estar en los momentos felices de las personas. El otro día una madre subió del cumpleaños de su hija un vídeo donde la niña estaba muerta de felicidad por la fiesta y la tarta, pienso que eso ha merecido la pena.

El fenómeno Mario

Otra de las cosas que tenéis en común es que habéis tenido una historia con el universo de Peach y Mario. ¿Cuál ha sido?

Cristina: En mi caso fue cuando era muy pequeñita. La Nintendo 64 y Mario estaban muy presentes en la familia. Mi hermano y yo, muy peques, llamamos a mi primo y le obligamos a sentarse horas y horas pasándose el juego. Ahora lo recordamos con mucha gracia.

Paula: Yo jugaba en Cádiz, en un sitio chiquitín. Cuando estuve jugando ahora probando Princes Peach: Showtime!, el hecho de poder cambiar de traje, la escenografía, me ha parecido fácil y muy apetecible.

Albert: A cada niño del hospital le traían una comida diferente según lo que sufría. Éramos 6 los que comíamos juntos y el que sacaba mejor puntuación en el Mario decidía la comida del resto. Siempre intentaba ganar para ganar el flan de mi amigo.

Con esto finaliza la entrevista/charla realizada por Nintendo a estas tres personas. Recordar que Princess Peach: Showtime! ya se encuentra disponible, tanto de forma física como a través de la eshop de Nintendo. Desde aquí, muchas gracias a Nintendo España por la invitación al evento.

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